+Demuestra lo justo para convencerte a ti y no al resto. Cae, levanta cabeza y sé capaz de sonreír al contarlo. Recuerda, no añores. Piensa por ti mismo, déjate enseñar, pero que nadie te diga cómo hacerlo. Alza la vista, mira a tu alrededor, elije tus colores, tus sabores y un nose qué que te haga sentirte diferente. Asómbrate, asústate, maravíllate y vuélvete loco si quieres. Pon reglas a todo menos a ti mismo. Escoge las palabras, calcula los daños, y cuando todo salga mal, arregla lo que puedas y lo que no, déjalo estar. Cuida de lo que merezca la pena. Teme lo suficiente como para hacerte más fuerte, y sufre por todo lo que pueda hacerte más feliz. Ríe, disfruta. Entiende que ayer y mañana no te pertenecen.
lunes, 14 de marzo de 2011
LA VIDA TE PIDE A GRITOS QUE LA VIVAS.
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